Cuando decidí volver a este barrio, pensé muchas veces en lo distinto que hubiera sido si tú hubieras seguido en él...y ahora cada vez que paso por delante del almacén y veo la puerta abierta, me parece que de un momento a otro vas a salir de la oficina dando órdenes o cargado de albaranes y que al verme, me guiñarás un ojo, dejarás todo y nos iremos a tomar una caña juntos. Y me preguntarás que cómo va todo y yo simplemente me acomodaré en la silla, encenderé un cigarro y daré un suspiro...
Fuiste testigo silencioso de mis miedos, mis angustias y mis peores momentos y hoy hace ya una porrada de años, te la jugaste por mí y me demostraste lo que es ser un amigo por encima de todo y de todos. Es algo que jamás olvidaré.
El destino quiso que un día "la Bestia" no te obedeciese y que ese recorrido que habías hecho hasta con los ojos cerrados fuera el último. Tampoco olvidaré lo que sentí cuando cogí el teléfono...Te echo de menos...
Un beso JR y cuidado con las curvas...nos vemos...
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