Este mediodía he tenido una comida de trabajo y me ha tocado sentarme al lado de una mujer que acababa de divorciarse. Por lo visto, le conocía bastante al chico que estaba en frente de mí y evidentemente le ha puesto al corriente de todo el proceso con pelos y señales. Y según ella, su marido había dejado de ser el que era antes. Pero por lo que contaba, a mí me ha parecido que lo que ha pasado es precisamente lo contrario, que su marido había vuelto a ser el que era. Había vuelto a ser él mismo y no el producto que ella había elaborado a su gusto.
Siempre me ha llamado mucho la atención la manía que tienen las personas, sobre todo las mujeres de querer cambiar ciertas cosas de su pareja en cuanto empiezan una relación...
Que si tienes que dejar de fumar, de salir con los amigos, de ir al fútbol los domingos, de comer tanto chocolate o de ponerte esas camisetas que a tí te gustan tanto pero que a mí me parecen un horror...
Y siempre he pensado que si se empieza una relación con una persona, es porque te gusta, y si te gusta porqué quieres cambiarla...??? Porqué ese empeño en que deje de hacer todo lo que le gusta, evidentemente por su bien, para hacer solamente lo que te gusta a ti o como te gusta a ti..???
Una relación es asi, como es, porque las dos partes que la forman son así, cada uno con sus defectos y sus virtudes y su diferente manera de ver o hacer ciertas cosas. Pero lo importante es que en la esencia se esté de acuerdo, cada cual con su identidad propia, formando con ese tu y yo ese inmenso NOSOTROS. Sintiéndose el uno orgulloso del otro y compenetrándose de tal manera que nadie más podría conseguir lo que esas dos personas juntas están consiguiendo...
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